El proyecto Madres Perras nace con la misión de aportar un granito de arena al bienestar animal humano y no humano. Uno de sus propósitos es construir un espacio en el que podamos acercarnos entre familias multiespecie, en el que conversar y compartir distintos aspectos relacionados con lo que más nos importa: el bienestar integral de todo nuestro sistema familiar (sean sus miembros más o menos peludos 😊).
Por eso, hoy queremos hablar sobre la importancia de la alimentación de nuestros peludos, y cómo ésta puede contribuir al bienestar de nuestros animales de familia (y, por ende, de todo nuestro sistema familiar).
Nos resulta llamativo ver cómo, en un mundo saturado de información sobre alimentación saludable, en el que, tanto en redes sociales como en internet recibimos un constante bombardeo acerca de la importancia de ser conscientes de que somos lo que comemos, y que lo que comemos determina nuestra salud tanto física como mental, aún se promueva como saludable que alimentemos a nuestros compañeros animales con piensos secos y rancios.
Si me permitís, me parece un insulto a cualquier inteligencia decir que “el pienso es lo mejor para tu perr@ o gat@” mientas buscamos un restaurante en el que quedar con nuestros amigos el fin de semana para disfrutar de una rica y sabrosa comida a base de alimentos frescos, apetitosos, algunos saludables, y de proximidad. ¿Has pensado alguna vez cómo te sentirías si cada uno de los días de tu vida tus tres, cinco, o las comidas que sean constasen de un plato repleto de unas deliciosamente secas y apestosas bolas marrones? O ¿has visto alguna vez algún animal no domesticado (desde una simple paloma hasta nuestros amados lobos) abrirse un saco de pienso y sentarse a comer?
Entonces, si nosotros no lo haríamos, y amamos tanto a nuestros compañeros peludos, ¿por qué se las ofrecemos a ellos? Si estás conmigo en que esto hace explotar un poco la cabeza de un ser de mediana inteligencia, quédate conmigo para ver algunos de los beneficios de ofrecer una comida natural a nuestros animales de familia.
La alimentación natural (sea cruda o cocinada, con hueso o sin hueso…) contribuye significativamente al bienestar de nuestros compañeros animales:
- Mejora la salud y los procesos digestivos: los alimentos frescos están repletos de enzimas que mejoran la digestión y la absorción de los nutrientes e ingredientes esenciales. Además, incorporar, en la medida acorde a la especie, frutas y verduras, ayuda a que tu compañero tenga una microbiota sana, y previene la diarrea y el estreñimiento.
- Mejora el nivel de hidratación, y facilita una mejor adaptación al calor, ya que facilita el equilibrio de los electrolitos necesarios para nuestras funciones vitales. Recuerda que los seres vivos estamos compuestos en un 60-80% de agua.
- Fortalece el sistema inmunológico: los ácidos grasos omega-3 y omega-6 presentes en proteínas animales frescas ayudan a combatir la inflamación y a mantener una piel y pelaje saludables. Por otro lado, los antioxidantes presentes en las frutas y verduras fortalecen su sistema inmunológico y les protegen de enfermedades comunes.
- Ofrecer una alimentación natural supone además reducir la exposición a tóxicos presentes en los aditivos, conservantes, etc. Lo que mejora su salud y reduce el riesgo de alergias.
- Además, al ofrecerles dietas ricas en proteínas de alta biodisponibilidad y grasas saludables, les proporciona la energía necesaria, facilita que tengan un peso saludable y reduce riesgos de salud, aumentando su longevidad. ¿Conoces a Bobi, el perro más longevo del mundo según los record Guinness? Cumplió más de 31 comiendo lo mismo que sus humanos.
Si observamos todos estos beneficios desde una perspectiva psicoemocional (esto es Madres Perras, creación de una psicóloga, así que seguro que estabas esperando que abordara este aspecto), todo apunta a que ofrecer una alimentación natural a tu animal de familia es la mejor opción ya que:
- Favorece la estabilidad y la regulación emocional, al ser una dieta con nutrientes y ácidos grasos esenciales, y la capacidad de estabilizar los niveles de azúcar en sangre, que están detrás de muchas de esas fluctuaciones en los estados de ánimo (recuerda, el cerebro de los mamíferos reside también, y sobre todo, en el intestino).
- Reduce la ansiedad al ser más palatable, más digerible, y aportar antioxidantes, dado que influyen positivamente en los estados de relajación.
Además, ofrecer una comida natural a nuestros compañeros peludos puede ser también un momento para compartir y reforzar nuestro vínculo. Es una manera de invertir en nuestra relación a largo plazo, contribuyendo a su calidad de vida. En Madres Perras creemos en la importancia de una alimentación consciente para el bienestar integral de nuestras familias multiespecie.
Esperamos que esto te sea de utilidad y que os animéis a considerar una dieta natural para vuestros compañeros. Si tienes alguna duda o quieres compartir tu experiencia, deja un comentario o contáctanos. https://www.psicoybienestar.es/hablemos/
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